03-07-12
MÁS ALLÁ DE LOS GOLPES DE ESTADO
Durante este último tiempo hemos estado denunciando los golpes de Estado en cascada que viene implementando el Imperialismo Norteamericano contra los países de ALBA, en primer lugar, contra los países de UNASUR en segundo lugar y finalmente contra los países de la CELAC.
Ya hemos comentado los golpes contra la Venezuela bolivariana, contra Honduras de Zelaya, contra Correa de Ecuador, el último golpe en Paraguay y finalmente los tres golpes implementados contra la Bolivia Multinacional.
Sin embargo, bien vistas las cosas no se trata solamente de la organización puntual de golpes de Estado en América Latina, se trata en realidad de una vasta estrategia que, en lugar de un golpe seco, desarrolla una sistemática, sincronizada, permanente y sostenida actividad subversiva que tiene por objeto debilitar, desacreditar, descomponer y descarrilar a los regímenes que en su mayoría han determinado la necesidad de dejar de una vez por todas la condición de “PATIO TRASERO” del Imperio, para la América Latina.
No se comprende de otra forma que la OTAN , La Cuarta Flota, la CIA, la DEA, USAID y las miles de ONGs, la Falsimedia (órganos de prensa manipuladores) a las órdenes del imperio, actúen al unísono y en todos los terrenos contra nuestros países y sus gobiernos, progresistas, populares y anti-imperialistas.
Una parte de la estrategia general diseñada es, precisamente, la de negar la existencia de golpes de Estado, porque efectivamente en la mayoría de los casos ya no se está usando a los ejércitos domesticados de América Latina. La estrategia va cambiando y ahora se utiliza a las policías (Ecuador, Bolivia), a los parlamentos corrompidos (Paraguay) , a los sindicatos comprados por USAID y efectivamente a cuanto disturbio, revuelta o manifestación con objetivos muchas veces legítimos, pero hábilmente manipulados por el soborno imperial, convierten estos movimientos en verdaderos conatos subversivos y golpistas. Conocemos el expediente de los muertos para culpar y atribuirlos a los gobiernos para conseguir la condena internacional de sus lacayos como la OEA, la ONU, y el Consejo de “Seguridad” y posibilitar la intervención directa de la OTAN.
Es cierto que nuestra América Latina está perfeccionando un sistema de defensa contra los golpes directos y consiguió derrotarlos completamente como en Venezuela, Ecuador y Bolivia, empero consiguió sus objetivos en Honduras y Paraguay.
La nombrada estrategia de NEGAR LA EXISTENCIA DE GOLPES está siendo implementada por tontos útiles del Imperialismo, los falsos ”izquierdistas” de tipo trotskista, los resentidos, los analistas bien subvencionados, y todos los derechistas que han conseguido que mucha gente de buena fe piense, efectivamente, que son exageradas las denuncias permanentes de golpes de Estado.
En nuestro caso, cuando denunciamos los conatos de 2008, 2009 y 2012, no es que exista precisamente un plan concreto de toma del poder porque no existe en absoluto en Bolivia, una representación civil o militar, menos indígena que puede presentar frontalmente un nuevo gobierno golpista. Empero la estrategia se dirige muy claramente a desgastar al Gobierno de Evo Morales, desprestigiarlo y poco a poco, ganar espacios que hagan posible un verdadero Golpe de Estado.
Un punto muy claro que ha conseguido la estrategia golpista a largo y mediano plazo es la de haber neutralizado por completo a los aparatos represivos que todo Estado moderno puede disponer para aplacar actos subversivos. En nuestro caso, por ejemplo, el gobierno no puede utilizar a las Fuerzas Armadas para sofocar conatos porque se teme que se produzcan bajas mortales que sean atribuidas inmediatamente a la responsabilidad del Gobierno. En ese sentido es correcto mantener al Ejército fuera de la lucha política aún cuando los subversivos realicen los actos de provocación más abiertos.
En cuanto a la Policía Nacional está visto que lejos de ser una garantía de resguardo del régimen constitucional, se ha convertido en un verdadero peligro porque puede jugar cualquier papel en la lucha política.
Como en ningún país del mundo, en Bolivia el Gobierno, representante del Estado NO PUEDE UTILIZAR LA VIOLENCIA LEGÍTIMA (Weber), para defender su estabilidad y cuando recurre a los movimientos sociales que son, en realidad los únicos que sostienen al Gobierno, se los acusa de provocación, cuando la verdadera provocación reaccionaria ha rebasado todo límite. Observemos nomás como durante varios días los amotinados policías se hicieron dueños de la Plaza Murillo y de las mismas puertas del Palacio de Gobierno, siendo éste incapaz de hacer respetar esos predios. También actualmente tenemos a un grupo de indígenas que puede bloquear provocativamente la Vicepresidencia y no dejar ni siquiera la salida o entrada de los funcionarios de esa repartición suprema del Gobierno. Los ejemplos de provocación física contra funcionarios del Gobierno son muchísimos y forman parte de esa campaña sistemática que denunciamos.
El ejemplo de la llamada “masacre” de Chaparina, por ejemplo, que ha sido presentada como un genocidio, cuando solamente fue una violenta arremetida de la Policía contra los indígenas marchistas, está mostrando que la actitud policial no fue inocente, se quiso causar un gran daño al Gobierno y se lo consiguió. Ahora podemos comprender muy bien la intencionalidad de la actitud brutal de la Policía para atribuir esa violencia al Gobierno.
En consecuencia debe quedar completamente claro para los marxistas y revolucionarios auténticos, que está llegando la hora en que se deberá movilizar al pueblo como dueño del actual proceso para impedir que la estrategia sostenida de subversión no cumpla sus macabros intentos de posibilitar incluso una intervención extranjera cuando el régimen muestre debilidad.
Entonces nos encontramos no solamente con Golpes tradicionales de Estado, sino frente a una siniestra y macabra estrategia sostenida, permanente y coordinada campaña de debilitamiento del gobierno para su posterior derrocamiento.
¡¡Sólo el pueblo, salva al pueblo!!
PCmlm
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