20-06-14
Int. No. 209.
PUTIN: ¿PRUDENCIA O COBARDÍA?
Han llegado a extremos inadmisibles las
agresiones, las masacres, los bombardeos, los asesinatos que cometen los
nazi-fascistas ucranianos contra la población civil de habla y etnicidad rusa
que habitan las zonas arbitrariamente concedidas, nadie sabe por quién, a
Ucrania luego de la desaparición de la Unión Soviética.
Por una parte, hordas francamente nazis que
odian a Rusia por la derrota del hitlerismo en la Segunda Guerra Mundial, han
atacado la embajada rusa en Kiev hasta destruirla totalmente, han quemado
totalmente los automóviles de propiedad de la embajada ante la pasividad
completa de la Guarda Nacional ucraniana, han asesinado impunemente a
periodistas rusos que hacían su trabajo en el este de Ucrania y finalmente en
resumen han declarado una guerra de limpieza étnica contra la población del
este de Ucrania.
Un alto representante de la milicia popular
de Novorusia ha declarado que si no se recibe ayuda militar inmediata de Rusia,
la resistencia de la población civil y sus milicias voluntarias serán
aplastadas físicamente junto a la población civil que apoya unánimemente a la
resistencia, por la maquinaria bélica que la OTAN está proporcionando a los
nazis del Maidan ucraniano.
¿Mientras tanto qué dice Putín y su ministro
Lavrov? Únicamente mensajes, solamente
documentos y rogativas a Poroschenko para que pare la matanza, como una obra de
humanidad. Rusia que tiene en sus manos el arma decisiva del gas que consume
Europa y Ucrania, no tiene el valor de utilizarlo firmemente para parar el
genocidio que se viene cometiendo en sus propias narices.
Es indignante la pasividad del señor Putín y
parecería que teme más a los comunistas
pro-soviéticos de Lugansk, Donest, Kharkov, Odessa, Pridnestrovie, Osetia del
norte, etc., que al nazi fascismo instalado en Kiev y por ello mismo está
dejando inerme a esas poblaciones frente a la agresión nazi-fascista.
¿Cómo podríamos interpretar esta inacción
rusa y putiniana frente a hechos delincuenciales de carácter internacional, de
agresión a su embajada, a la vida de comunidades rusas?
Únicamente caben dos alternativas: o por una
parte se trataría de una prudencia humanitaria que pretende evitar una
confrontación de alcance mundial o, por el contrario, una simple expresión de
cobardía frente a la agresividad nazi-fascista de la OTAN.
No cabe otra explicación, mientras tanto
sigue la matanza que desde el aire con bombardeos indiscriminados, los
genocidas nazis siguen masacrando a la población civil de Lugansk y Donest.
Nuestra solidaridad desde la distancia con
esas poblaciones y sus milicias que las defienden heroicamente.
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