16-01-14
N.
No. 282.
LA NACIONALIDAD YUQUI-CIRI
En
la revista semanal de La Razón, se publicó el 6 de octubre de 2013, el número
647 que trae un interesante reportaje a la nacionalidad Yuqui que habita en la zona tropical boliviana y que ha sufrido y
sigue sufriendo su condición de grupo nacionalitario considerado simplemente
como una “etnia”.
Según
el reportaje, la localidad principal en la que reside y habita esta
nacionalidad, se denomina “Bia Recuaté”
y se encuentra en el municipio de Puerto Villarroel, a 200 kilómetros de la
ciudad de Cochabamba, donde conviven 82 familias con 292 indígenas que
solamente 15 años atrás eran 700.
La
nacionalidad está aquejada de enfermedades que pueden deberse al agua
contaminada que beben directamente del río. “Ellos
están en peligro de extinción por males que se denominan de la pobreza” y
por otro lado se ven atacados por colonizadores y sobre todo por madereros que
les arrebatan sus tierras impunemente.
En
Bia Recuaté todos son familiares, hermanos, primos, tíos, sobrinos y casi todos
llevan los mismos apellidos, especialmente Isategua y Guaguazu. Este hecho
significa una ratificación de nuestro criterio científico de que, en parte,
todavía los yuqui viven en la gran transición que significa el paso de la
sociedad parental propia de la comunidad primitiva a la sociedad comunitaria de
aldeas autosuficientes.
Uno
de los requerimientos principales de los Yuqui de Bia Recuaté es la
construcción de un camino vecinal que los conecte con San Marcos, una distancia
de solamente 10 kilómetros. El territorio Yuqui (TCO) tiene 115.000 hectáreas
donde existen riquezas naturales que esperan ser aprovechadas en beneficio de
sus habitantes. Este deseo expresado significa que hay una gran parte de los
yuqui que sí pretenden una vinculación, en igualdad de condiciones, con el
resto de la sociedad boliviana.
“Los Yuqui viven de la caza, la
pesca y la recolección de frutos que a veces son comercializados en los
poblados cercanos”. Esto significa que viven en lo que
científicamente llamamos la comunidad primitiva, precisamente integrada por
pueblos recolectores, cazadores y pescadores.
La
pequeña comunidad mantiene vivo su idioma que es usado por todos ellos.
Uno
de los problemas más negativos es aquel que, como producto de la discriminación
que sufren de parte de los habitantes que circundan la comunidad, los yuquis
prefieren “ocultar” su condición de yuquis negando su propia identidad para
eludir la discriminación. Este es un problema de debe ser tratado a nivel
nacional que reivindique la condición de nacionalidad reconocida por la
Constitución Política del Estado con todos los derechos civiles, al margen de
su condición social de pobreza y marginalidad.
Lo
interesante de esta pequeña nacionalidad es que fuera de Bia Recuaté que es una
localidad ya sedentaria, existe el grupo Yuqui-Ciri, que tiene propiamente una
vida nómada y trashumante y son los “no
contactados”. Ellos prefieren seguir con sus costumbres de deambular por el
bosque recogiendo frutos, cazando o pescando sin ninguna intención de
contactarse con el modo de vida sedentario. Se debe respetar esta condición
como una expresión de la autodeterminación nacional.
Solamente
el socialismo como modo de producción, puede respetar la autodeterminación de
estos pueblos y naciones pequeñas que no tienen por qué someterse a la lógica
del capitalismo que quiere uniformizar la sociedad en su beneficio incluso
pretendiendo hacer desaparecer a esos pueblos que tienen todo el derecho de
habitar nuestro diverso planeta que no es “propiedad” del nefasto capitalismo
convertido actualmente en imperialismo genocida.
¡Es
una obligación del Estado Multinacional Boliviano salvar a la nacionalidad
Yuqui!
PCmlm.
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