19-08-13
Int. 178.
EGIPTO SE
DEBATE EN CONFUSION POLÍTICA
Es muy difícil desde la distancia y con los informes
contradictorios y confusos que se tienen dar una opinión revolucionaria de los
últimos sucesos en Egipto, la cuna del Mundo Árabe.
Por una primera parte se ha logrado en todo el gran Mundo
Árabe sobreponer las contradicciones religiosas, civilizatorias y tradicionales
sobre las contradicciones de clase. Esta característica del Mundo Árabe hace
que las ideas del marxismo-leninismo tengan una influencia muy relativa en el
curso de las contradicciones políticas.
Conocemos de partida que el Islam (resignación o
sumisión total a la voluntad de dios, en Arabe) es mucho más que una
religión, es una cultura civilizatoria, cuyo Dios ALA, tiene su
profeta que es MAHOMA
(el glorioso)
y actualmente está dividido drásticamente en dos grandes tendencias dogmáticas.
Los Sunnitas (seguidores del Profeta Mahoma y de la
Sunna (Sendero),
libro sagrado paralelo al Corán. Los sunnitas creen ser los representantes
ortodoxos y dan a la Sunna una autoridad igual al Corán, tienen tres califas
Abu Bek, Omar y Othman que según ellos sucedieron al profeta mayor.
Los Chiítas (Chi’a, (partidario)
seguidores de su yerno y sobrino Alí). Los chiítas creen que Alí es el sucesor
legítimo de Mahoma y le sigue Mohamed Al- Muntazar (El Mahdi).
Sin embargo ahí no queda la cosa, porque en cada una de
estas grande fracciones que confrontan a todos los musulmanes, se puede
detectar un otro tipo de sub-fracciones como los salafistas,
(ubvencionados actualmente en la crisis árabe por Arabia Saudita), la hermandad musulmana
subvencionada por Qátar y mayoritaria en Egipto), e inclusive organizaciones
terroristas organizadas por el imperialismo como son los Alawitas, Al Nusra y Al Qaeda, que
constituyen variables difusas en la problemática islamista pero que está
impregnada de mercenarismo inspirado por el Imperio Yanqui.
En este tablero político tan abigarrado (esta vez si
tiene pertinencia el término, pero nunca en las formaciones sociales donde
sigue dominando el capitalismo), resulta que gobiernos sunnitas como el de
Arabia Saudita se enfrentó y combatió con todas sus fuerzas a lado de Estados
Unidos contra el régimen sunnita de Sadam Hussein, ¿Cómo se puede explicar
esto?
Todos los emiratos y omanatos del Golfo arabo-pérsico,
tienen tendencia sunnita, sobre todo el caso del pequeño y agresivo
imanato de Q’atar, sin embargo lucharon con todas sus fuerzas contra su hermano
sunnita de Irak, que combatía a los chiítas del sur de la Mesopotamia. ¡Tampoco
encontramos explicación alguna en este caso!
Parece ser, en el fondo, que las contradicciones
sunnitas-chiítas no son tan fuertes como se pretende y únicamente tratan de
ocultar las verdaderas contradicciones entre los regímenes pro-imperialistas
por razones económicas y petrolíferas por un lado, frente a los gobiernos
progresistas y laicos con tendencias nasseristas por otro. (2)
Si todo esto es así, los acontecimientos últimos de Egipto,
con el triunfo electoral del fundamentalismo islámico de la Hermandad
Mulsulmana, no ha conformado en modo alguno al los intereses mezquinos
del imperialismo que prefiere siempre un régimen autoritario del tipo Mubarak o
Sadat y ha aprovechado la creciente corriente patriótica nasserista que comenzó
a surgir con fuerza en las últimas manifestaciones contra Mursi, para derrocar
a los hermandad y reimplantar el régimen militar fascista de los herederos de
Mubarak que en estos momentos están asesinando indiscriminadamente a la
población egipcia del modo más infame sin que ninguna OTAN intervenga con sus
restricciones aéreas ni sus sanciones económicas contra un régimen claramente
asesino. Es decir, para el Imperio lo importante es el restablecimiento de los
tiempos anteriores a la famosa “primavera árabe”.
Sabemos bien que con todos sus defectos, con su nacionalismo
extremo, la herencia de Gammal Abdel Nasser,
sigue viva en Egipto como la única tendencia que puede sacar a Egipto de su
vergonzosa sumisión a Occidente y a su condición de aliado preferido en el
Mundo Arabe del Imperialismo Yanqui.
Por lo anotado, los marxistas revolucionarios propugnamos el
retorno a la política revolucionaria del PAN-ARABISMO que
consiste en unir a todos los Estados árabes en uno sólo y poderosamente
anti-imperialista, propiciado por el mayor de los hijos de la gran nación
árabe: Gammal
Abdel Nasser
PCmlm
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