03-10-19
N. 561.
LA MISERABLE AMALIA
El periodismo, una
profesión que puede ser un alto servicio a la comunidad, empero también una
grande estafa corrupta.
Esta última corresponde a
la “periodista” Amalia Pando que en sus actuales entrevistas no hace otra cosa
que corroborar su transfugio político y su corrupción escandalosa cuando dice
combatir a la corrupción del MAS.
En cuanto al tránsfugo
político no puede ser más miserable. Primero militó en las organizaciones
políticas radicales como el ELN (Ejército de Liberación Nacional) con el nombre
de “combate” de “La Imilla”, que creó el comandante Che Guevara. Después, como
militante activa del movimiento por el cambio, léase MAS, fungió como
periodista “estrella” del gobierno cuando recibía una mensualidad de más 40 mil
bolivianos. Ella pretendió refutar esa información exhibiendo una factura de
14.900 bolivianos que desmentían la cifra anterior citada por el vicepresidente.
Empero, ella mismo después de largos subterfugios, declaro que los dos mil
dólares se pagaban por cada programa de dos horas en domingos. En resumen 14.
900 por cuatro o cinco domingos, rebasan ampliamente los cuarenta mil
bolivianos, es decir más de cinco mil dólares por mes.
Cuando el gobierno se negó
seguir pagando estas sumas astronómicas, la miserable Amalia, abandono al MAS y
se entregó con armas y bagajes a la derecha fascista en programas escandalosos
siempre atacando sañudamente al gobierno. Esta es, en resumen, la “hoja de
servicios” periodísticos de la señora Pando.
Lo que provoca realmente
un gran repudio es la “alabanza en boca propia”. La Pando se autoproclama como
la más “inteligente”, profesional que realiza extraordinarios programas, etc.,
etc. Empero sus tales programas son el sumun de la chismografía más elemental
de un personaje resentido con la sociedad y dispuesta a la falacia y a la
corrupción.
Únicamente la derecha
cavernaria de Bolivia puede tener expresiones de apoyo a esta miserable vocera
de los peores intereses reaccionarios.
PCmlm.
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