27-04-17
N. No. 432.
MAS SOBRE EL 9 DE ABRIL Y EL MNR
En torno a los sucesos históricos del 9 de abril de 1952, se han hecho muchas interpretaciones historiográficas, entre ellas las que hemos hecho como comunistas en varios artículos de dicados al tema.
Ahora nos toca, también nuevamente, develar el verdadero contenido de los gobiernos del MNR que se sucedieron después de abril, es decir de 1952 a 1956 a cargo de Víctor Paz Estensoro, de 1956 a 1960 a cargo de Hernán Siles Zuazo y de 1960 a 1964 a cargo nuevamente de Paz Estenssoro.
Los historiadores nacionalistas como Luís Antezana Ergueta y Erick del Castillo se deshacen en elogios sobre las “grandes” medidas logradas en favor del pueblo boliviano por esas administraciones movimientistas.
En este breve comentario únicamente nos referiremos al período de 1960 a 1964, cuando gobernó el binomio Paz Estenssoro-Juan Lechín Oquendo.
Al respecto tenemos, como
una prueba irrefutable del carácter pro-imperialista, y profundamente
reaccionario de dicho período, el texto del autor norteamericano Thomas C. Field
Jr, cuyo título es “Minas, balas y
gringos”, en el cual se desnuda en toda su negatividad ese período nefasto
del relacionamiento de Bolivia con los Estados Unidos.
Con un enorme bagaje de
documentación desclasificada del propio gobierno norteamericano, con una gran
cantidad de documentación de diversas fuentes oficiales de Bolivia y otros
países europeos, el autor yanqui relata los acuerdos de Kennedy con Paz
Estenssoro para implementar la tristemente famosa
“Alianza para el Progreso” a fin de “evitar” que Bolivia se convierta en
una nueva Cuba y el nefasto “Plan
Triangular” para la minería nacionalizada que consistía en el despido de
miles de trabajadores mineros, la rebaja drástica de los salarios, la anulación
de la pulpería minera para rendir por hambre las huelgas mineras y finalmente
lo peor: la decisión de asesinar a los dirigentes mineros Federico Escobar
Zapata e Irineo Pimentel, por ser los dirigentes de la resistencia a los
siniestros planes imperialistas y movimientistas.
Todos estos sucesos que no
admiten duda alguna no son considerados por los “nacionalistas” que insisten en
el carácter “revolucionario” del gobernante pro-fascista Paz Estenssoro (1).
Felizmente ahora ya no cabe duda alguna respecto a la valerosa resistencia minera a los designios imperialistas y movimientistas de desnacionalizar las minas, despedir a los mineros y matar de hambre a sus familias.
Nuestro Partido recomienda a todos los bolivianos la lectura meticulosa de la obra que comentamos para comprobar que Paz Estenssoro fue un admirador ferviente del Tercer Reich Alemán y por eso simulaba una posición “antiimperialista”, pero en el fondo antes que nada era un reaccionario anti-comunista convicto y confeso.
(1)
Ver la obra de Hugo Roberts Barragán, “9 de
abril”, en la que confiesa que Paz Estenssoro dirigía una organización pro-nazi
en Buenos Aires en complicidad con Juan Perón, que facilitaba la huida de los
nazis de alto rango de la Europa liberada por el Ejército Rojo.
PC-mlm.
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