23-10-12
EL SILALA
VERTIENTE DE AGUAS FÓSILES DE PROPIEDAD EXCLUSIVA DE BOLIVIA
Mediante la Escritura Pública No. 48 de
23 de septiembre de 1908, la Prefectura del Departamento de Potosí, República
de Bolivia, basada en la atribución que le confería el art. 217 del Reglamento
de Aguas del 8 de septiembre de 1879, elevado a rango de Ley en 1906, otorgó la
concesión y consiguiente adjudicación del uso de las aguas que forman unas
vertientes existentes en la comprensión del vice-cantón Quetena, de la
provincia Sud Lípez del Departamento de Potosí, a la empresa The Antofagasta
(Chili) and Bolivia Railway Co. Ltd., para los fines de abastecimiento de aguas
para las locomotoras a vapor del Ferrocarril Arica-Bolivia.
Ahora bien, si se reconoce que Bolivia
otorgó la concesión y adjudicación de aguas a una empresa ferroviaria, existe
un reconocimiento expreso de que esas aguas corresponden exclusiva e
íntegramente al patrimonio de la República de Bolivia, actual Estado
Plurinacional.
Después de casi cien años, mediante
Resolución No. 71/97 de 14 de mayo de 1997, la Prefectura de Potosí dispuso la
revocatoria y anulación de la concesión mencionada, al haberse establecido en
el segundo considerando de ese
documento: “que ya no existen las
motivaciones condicionantes reales como normativas que dieron lugar a la
concesión, por lo que no se justifica mantener subsistente la concesión de las
aguas que forman las vertientes del Silala”.
Esta Resolución Prefectural fue elevada
a rango de Decreto Supremo No. 24660 el 20 de junio de 1997. Dado que el
ferrocarril Antofagasta-Bolivia no utiliza el agua desde los años 40, no se
justifica de ningún modo la subsistencia de la concesión que, además, ocurre
que el curso natural de la vertiente, había sido desviado para usos
completamente diferentes a los que originaron la concesión.
Bolivia, en consecuencia, demanda el
pago de las aguas que nacen de manantiales y que fueron desviadas hacia
territorio chileno. Se trata de un reclamo centenario, Chile por su parte ha
sostenido y sigue sosteniendo con porfía y de manera fraudulenta que las aguas
constituyen un RIO DE CAUCE SUCESIVO Y POR TANTO INTERNACIONAL. ¡¡Una verdadera falacia digna de impostores y
embarcadores!!
Actualmente el Ministerio de Relaciones
Exteriores de Chile, ha cursado “instrucciones” a CODELCO (la empresa chilena
del cobre) y FCAB (Ferrocarril Antofagasta-Bolivia), para que no entren en
conversación alguna con Bolivia, ya que ahora el asunto salía del ámbito
empresarial para convertirse en un “litigio internacional”. Efectivamente,
según la edición de 4 de julio de 2000 de “El Mercurio”, la cancillería chilena
decidió asumir la defensa de las empresas que han estado haciendo uso ilegítimo
de las aguas del manantial Silala.
La sólida posición de Bolivia se basa
en que el Silala está compuesto por 94 ojos de agua que actualmente llegan a
territorio chileno únicamente por medio de canales artificiales
fraudulentamente construidos.
En conclusión, se establece que el
Silala no es un río de cauce sucesivo y por tanto, internacional, sino, por el
contrario, un conjunto de ojos de agua
que se encontraban naturalmente y exclusivamente en territorio boliviano.
Chile, aprovechándose de una concesión
que ya no tiene vigencia alguna, pretende seguir aprovechándose de un recurso
natural que no le corresponde y convertir el problema en un litigio internacional.
El problema evidentemente se ha constituido ya en un litigio internacional que
si no es resuelto por los conductos jurídicos naturales y el reconocimiento de
Chile del carácter exclusamente boliviano del Silala, lo que corresponde es
tomar medidas concretas de destrucción del canal artificial a fin de que las
aguas retornen a su cauce natural. Igualmente estamos seguros que cualquier
tribunal internacional dará la razón a Bolivia en un eventual litigio
internacional en torno a la cuestión Silala.
Por lo tanto, Bolivia tiene el pleno
derecho de hacer y construir todos los proyectos acuíferos que crea conveniente
sin “permiso” alguno de los eternos usurpadores chilenos.
En las actuales condiciones históricas
ya no tienen valor alguno las bravuconadas, ni los insultos del gobierno
chileno, de su cavernaria oligarquía y sus representantes. Bolivia debe hacer
valer sus legítimos derechos en TODOS LOS TERRENOS. Los bolivianos estamos
hartos de las arbitrariedades internacionales de Chile que tiene sembrada la
frontera común de minas anti-personales asesinas, que nos ha robado las aguas
del rio Lauca y del rio Mauri, que obstaculiza nuestro comercio internacional,
en fin que comete toda una serie de atropellos contra los bolivianos y contra
Bolivia.
Las amenazas agresivas chilenas de
carácter militar no nos atemorizan porque también los pueblos y naciones
pequeñas pueden derrotar las agresiones abusivas de los imperios prepotentes y
menos aún vamos a temer las amenazas de un gobierno títere de los poderes
mundiales.
Las
aguas del Silala son enteramente bolivianas y deben volver a beneficiar a
nuestro pueblo.
Nuestro partido revolucionario rechaza
airadamente las amenazas chilenas y apoya todas las acciones legales y
prácticas del gobierno, para recuperar esa riqueza natural usurpada por el
“Israel Latinoamericano” (Evo Morales) o el “Caín americano” (Carlos Palenque).
PCmlm
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