GOLPE DE ESTADO Y ENTRONIZACIÓN DEL FASCISMO EN BOLIVIA
Partido
Comunista de Bolivia – Marxista Leninista Maoísta
El golpe de estado perpetrado en
Bolivia contra el gobierno del presidente Evo Morales muestra signos
inequívocos del fascismo.
Se ha debatido sobre este
carácter fascista del golpe de estado y del gobierno de facto que tomó el poder
en Bolivia, y un argumento utilizado tanto ahora como en el pasado para negar
su carácter fascista es aquel de que el fascismo en el sentido estricto –si se
puede hablar de algún sentido estricto-
solo puede darse en los países de capitalismo desarrollado o más
propiamente en los países de capitalismo monopolista. De esta manera se han
realizado comparaciones sesgadas e imprecisas con los regímenes fascistas
europeos del siglo pasado, utilizándolos como modelos teóricos para la
definición conceptual del fascismo.
Estas posiciones de un marxismo
caricaturesco y de un esquematismo academicista, a las que hemos respondido en
aras del debate en documentos previos, no resisten el análisis concreto de una
situación concreta.
Veamos que pasó y que ocurre en
Bolivia desde octubre de 2019.
EL CALENTAMIENTO DE LA OPINION PÚBLICA Y EL ESTADO DE TENSIÓN
Meses antes de las elecciones del
20 de octubre de 2019, se instaló gradual y sistemáticamente en ritmos
crecientes en el imaginario popular a través de los medios de incomunicación y
sobre todo en las redes sociales, previa preparación de grupos especializados y
financiados, que un fraude gigantesco se preparaba en Bolivia para el triunfo
electoral de Evo Morales.
El candidato Carlos Mesa lo dijo
en reiteradas ocasiones, con énfasis grandilocuente, muy propio de su estilo de
escasa profundidad y profusa verborragia, con el claro objetivo de descalificar
al Órgano Electoral Plurinacional y sobre todo para deslegitimizar el seguro y
rotundo triunfo electoral de Evo Morales con un margen suficiente para ganar en
primera vuelta.
Ahora bien, en este contexto hay
algo más que la simple distorsión de los hechos a los que nos tienen
acostumbrados los medios de comunicación de la burguesía. Se trata de la
instalación en el imaginario de la denominada opinión pública de un
"suceso" que no ocurrió. Es lo que teóricos de la comunicación han
denominado la posverdad. El apabullamiento de los medios sobre ese imaginario,
y a la vez el silenciamiento de versiones antagónicas, dan como resultado que
se da por hecho algo que en realidad no sucedió. Seguidamente se adoptan medidas
concretas como consecuencia de lo que se pretende que ha ocurrido. Eso es
exactamente lo acontecido con el pretendido "fraude de Evo" en las
elecciones del 20 de octubre. Los medios apabullaron con eso, se silenció
completamente la contraparte y se adoptaron inmediatamente medidas como
consecuencia del supuesto fraude. La posverdad consumada. Esto es algo
tenebroso, pues caracteriza la política comunicacional del fascismo al más puro
estilo de Goebbels, "miente, miente que algo queda" Este
calentamiento del sentimiento y expectativa populares preparando el rechazo
ante el “inminente fraude”, se acompaña con una intensa campaña mediática y cibernética
sobre la “dictadura de 14 años”, el “sobreendeudamiento”, “el despilfarro”, “la
corrupción” y “el narcotráfico”.
El masismo es denostado como la
lacra de la sociedad y como culpable de todos los males, junto al movimiento
cocalero, campesino, originario y pobladores de El Alto y zonas y barrios
populares de La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y todas las grandes ciudades. Son
denominados como “salvajes” (Añez) los “lobos con piel de corderos” (Murillo) y
“falsos movimientos sociales”.
¿No nos recuerda todo esto a la
demonización de comunistas, judíos, homosexuales, eslavos y gitanos en la
Alemania de la década de los 30 del siglo pasado? Fueron ellos los sindicados
por la crisis económica y la hambruna.
LAS PROVOCACIONES Y LOS ACTOS VIOLENTOS
Los días y semanas que siguieron
al 20 de octubre fueron escenario de los bloqueos urbanos de los “pititas”,
preparación y enfrentamiento de los grupos paramilitares con una policía
timorata que recibía golpes y agresiones que no tenían respuesta, por el
contrario, cooperaba con aquellos para hacer más efectivos y contundentes los
bloqueos, permitiendo que se requisaran a movilidades y transeúntes. Se
intensificaron las amenazas contra dirigentes del Movimiento al Socialismo, autoridades
del gobierno, especialmente alcaldes y parlamentarios (presidenta de la cámara
de senadores y presidente de la cámara de diputados) y sus familiares,
preparando la tramoya del golpe con el eufemismo de la “ sucesión
constitucional”, írrita y ejecutada con violencia desenfrenada incendiando
domicilios de estos parlamentarios, de alcaldes y ministros, de los edificios
de los tribunales de los órganos electorales departamentales y sin el quorum respectivo en
la Asamblea Plurinacional.
¿No nos recuerda esto a las
golpizas de comunistas y dirigentes sindicales, al incendio del Reichstag y a
la noche de los cristales rotos en la Alemania nazi?
LOS GRUPOS PARAMILITARES EN ACCIÓN
Grupos paramilitares, organizados
en estricta disciplina militar, son características del fascismo en todas
partes, los SS de la Alemania Nazi, y los camisas pardas, los fasci di
combatimento en Italia, los camisas blancas en España. Estas estructuras en
general están organizadas dentro de los partidos nazi-fascistas, aunque actúan
con suficiente autonomía tanto del gobierno fascista como de su policía y sus
Fuerzas Armadas.
En el pasado en Bolivia fue la
Falange Socialista Boliviana la encargada de la organización de estas
estructuras para el golpe de Banzer y García Mesa, aunque no lograron
consolidarse y más bien pasaron a formar parte de las estructuras del control
político y de la Policía.
En el actual golpe de estado en
Bolivia, estos grupos paramilitares fueron organizados por los comités cívicos
de Santa Cruz y Cochabamba.
En Santa Cruz, a partir del
comité cívico juvenil, y se denomina como “Union Juvenil Cruceñista” y en
Cochabamba “Resistencia Juvenil Kochala”.
Típicas formaciones fascistas
armadas con bates, cadenas, lunchacos, y hasta bazookas caseras y protegidos
con escudos, máscaras antigases y ropa de campaña, hicieron sus primeras armas
apaleando campesinos, mujeres y pobladores en Santa Cruz y Sucre en la asonada
golpista cívico prefectural del año 2008. En el actual golpe fascista, tanto
los grupos paramilitares de la Unión Juvenil Cruceñista como la Resistencia
Juvenil Kochala de Cochabamba, se trasladaron a La Paz, con traslado pagado, y
se prepararon en los bloqueos y los cabildos agrediendo –más que enfrentando–
con toda garantía e impunidad a la Policía en sus intentos de ingresar a la
Plaza Murillo y a la Casa Grande del Pueblo en la ciudad de La Paz.
Estos grupos paramilitares reúnen
a fanáticos religiosos, anticomunistas, vástagos de oligarcas, pero también al
lumpen y a mercenarios.
Se concentraron en la sede de
gobierno, se prepararon, abastecieron y pernoctaron por varias semanas en las
aulas de la Universidad Mayor de San Andrés, con la autorización y entusiasta
protección de su entonces rector Waldo Albarracín, paradójicamente en el pasado
presidente de la Asamblea de los Derechos Humanos y Defensor del Pueblo. No se
sabe si esta autorización fue decidida personalmente por Albarracín o fue decisión
del Consejo Universitario. En cualquier caso, tanto él como los miembros del
Consejo deberán a su tiempo explicar a la comunidad universitaria y al pueblo
paceño y boliviano y a sus organizaciones populares esta flagrante violación de
la autonomía universitaria. No solo eso, también sus acciones conjuntas con los
golpistas, a través de CONADE, son también corresponsables de la masacre de
alteños en Senkata.
¿No son estos grupos
paramilitares, émulos de los SS nazis? En algunos casos (Cochabamba) llevaban
incluso la esvástica en sus gorras y cascos.
EL ULTRANACIONALISMO/ULTRA REGIONALISMO
Una de las características
esenciales del nazi fascismo es el ultranacionalismo. Es ultranacionalismo
porque contrariamente al nacionalismo de todo gobierno y ciudadano patriótico,
que ama y defiende a su patria, que no es agresivo ni se opone a otros
nacionalismos igualmente respetuosos de la independencia y soberanía de cada cual
(por ello estos nacionalismos son progresistas), el nacionalismo agresivo es
reaccionario. El nazi fascismo es ultranacionalismo porque es agresivo,
expansivo y militarista. Surge en el capitalismo monopolista y tiene dos
objetivos esenciales: Detener el avance de la lucha revolucionaria hacia el
socialismo y lograr el triunfo por la hegemonía y dominación mundiales frente a
sus oponentes imperialistas, arrebatándoles sus conquistas coloniales.
El fascismo dependiente no puede
ser ni nacionalista y menos ultranacionalista, presume de serlo, pero su
estatura y su peso regional, ni que decir de su peso en el escenario mundial,
lo hace de miras cortas, enano, siempre fiel a su mandante y soporte financiero:
el imperialismo norteamericano.
Al fascismo criollo solo le queda
el ultraregionalismo exacerbado, el odio al occidente indio y al país del
“oxigeno escaso”, formulado por su ideólogo (1) en la aspiración de la “Nación
camba”, contra los “salvajes” collas.
El fascismo dependiente boliviano
es demagógicamente nacionalista, en realidad es profundamente antinacional,
regionalista y separatista.
EL RACISMO
El racismo es otra de las
características más pronunciadas del fascismo. Su ideología es la de la “raza
superior”, y la aniquilación de las “razas inferiores”, los eslavos, los negros,
los latinos, los judíos, es uno de sus objetivos. El racismo nazi es el
paroxismo del odio cerval a otros pueblos y naciones cuyo exterminio es
imprescindible para el dominio total de la raza “aria” supuestamente pura.
Este racismo es también
característico de las clases dominantes en todo el mundo aun cuando pertenezcan
a un mismo pueblo. El racismo en el fascismo boliviano ha alcanzado límites demenciales.
Se maldice a la “raza maldita”, a “los salvajes” refiriéndose a quechuas y
aymaras especialmente, aunque por pura demagogia ahora no se refieren también a
ayoreos, guarayos, chiquitanos, guaraníes y demás pueblos y naciones de la
amazonia y el chaco, aunque piensen exactamente lo mismo de ellos.
El actual gobernador de Santa
Cruz, jefe político de la actual presidenta ilegítima, se refirió al presidente
Evo Morales como al “macaco mayor”.
LAS CLASES Y LAS FRACCIONES DE CLASE QUE DIRIGEN EL FASCISMO
El fascismo no es
anticapitalista, como pretenden algunos escritores. Su ataque al acaparamiento
y carácter usurario de los capitalistas judíos no es de principio, sino solo
una estratagema para culparlos de la crisis y
para expropiar a los pequeños y medianos capitalistas judíos en beneficio del estado
fascista y de sus jerarcas ávidos de riqueza y poder. Por el contrario, el
fascismo es hijo de los grandes capitalistas y consorcios alemanes, es decir la
oligarquía industrial financiera alemana como el banquero Kurt von Schroder que
financió al partido nazi desde 1932, Krupp, Thiessen, Kodak, Bayer e IG Farben,
que fabricaron las cámaras de gas y el gas Zyclon B, BMW, Opel, Porsche que
incluso se benefició con los presos de los campos de concentración para sus
fábricas de automóviles. Ferdinand Porsche fue un connotado nazi, igual que Hugo
Boss, patrocinador y fabricante de los uniformes de las SS, con 40.000
prisioneros de guerra.
El nazismo también fue financiado
por Rockefeller, General Motors GM, que fabricó la mayor cantidad de camiones
para el ejército alemán, Henry Ford, que convirtió su empresa en el segundo
productor de camiones para el ejército alemán, era admirado por Hitler quien le
concedió la medalla nazi como “extranjero distinguido”, Coca Cola que fabricó
Fanta especialmente para el régimen nazi, IBM y su filial en Alemania que
fabricaron las máquinas Hollerith, para facilitar el censo de judíos.
Jorge Dimitrov, el gran comunista
búlgaro nos dice con toda precisión: “El fascismo es la dictadura terrorista
abierta de los elementos más chovinistas y más imperialistas del capital financiero”.
Para nuestra Bolivia, estos
elementos que financian y se benefician del régimen fascista son los sectores
más reaccionarios y anticomunistas de la oligarquía terrateniente y bancaria,
ligada al comercio importador y al conglomerado exportador de la oligarquía
soyera y cárnica, nombres y apellidos como Monasterio, Anglarill, Marinkovic, Antelo,
Roda, Daher, Camacho, son sus representantes.
LA VIOLENCIA Y EL TERRORISMO DE ESTADO
El nazi fascismo es la violencia
desenfrenada contra el pueblo y sus organizaciones sindicales y de la
izquierda, principalmente comunistas. Todo el aparato de estado se convierte en
una maquinaria que ejecuta el terrorismo de estado, la Policía, las Fuerzas
Armadas, que en cada una de sus ramas perfecciona los aparatos represivos y de
inteligencia, los grupos paramilitares, SS, SA.
¿No observamos esto mismo y ahora
en Bolivia?
Cada día y a cada hora escuchamos
las amenazas, la intimidación, la persecución, “los vamos a cazar”, las
detenciones arbitrarias, la tortura y el asesinato masivo como en Senkata y
Huayllani- Sacaba.
Toda protesta social y ciudadana
es calificada de sedición, seguida de encarcelamiento. Se ha violado el derecho
de asilo político, se mantienen cercadas las embajadas de México y Argentina
por grupos paramilitares que sustituyen a la Policía, requisando vehículos y
personas que entran o salen de dichas embajadas. Se ha cancelado la libertad de
prensa y expresión, cerrando las cadenas televisivas Russia Today, Telesur e
Hispan TV, la emisora de la Confederación de Campesinos de Bolivia,
amedrentados otros medios, que deben someterse a la censura del régimen. Se
persigue y encarcela a periodistas y a miembros de plataformas de debate e
información, acusándolos de terrorismo y sedición. Se ha detenido a ministros
acusándolos de corrupción sin prueba alguna. Guardan detención prácticamente
todos los componentes del Órgano Electoral Plurinacional, así como los miembros
de los tribunales electorales departamentales, acusándolos del delito de fraude
electoral, en un hecho de violencia e injusticia inédita.
Se ejercita una violencia
sistemática y cotidiana en las calles a cargo de la Policía y el Ejército. Se
amedrenta y amenaza a familiares de detenidos y de asesinados para evitar sus
reclamos y denuncias.
LA DEMAGOGIA
La demagogia y la mentira son las
armas del nazi fascismo. La mentira repetida hasta el cansancio se vuelve verdad
decía Goebbels. Hitler suscribía pactos de no agresión para después agredir,
profesaba una política de paz para iniciar la segunda guerra mundial.
El fascismo boliviano de idéntico
modo habla de pacificar el país y de trabajar para la unidad de los bolivianos,
al tiempo que amenaza, persigue, detiene y masacra al pueblo, discrimina,
insulta y vilipendia a quien denomina como “salvajes “.
Habla del respeto a la libertad
de pensamiento, pero persigue y detiene a opositores políticos y dirigentes
sociales por opinar y criticar al gobierno. Uno de los cargos de la fiscalía a
un miembro de una plataforma digital fue precisamente haber criticado a la
presidenta de facto, considerándola como sedición.
En los textos del ideólogo del
fascismo boliviano se puede constatar la demagogia más repugnante: “Entendemos
a Gabriel René Moreno, como a un hombre de su época, pero hoy los vientos que
corren son otros. Si antes lo camba era el enemigo principal, hoy se constituye
quiérase o no, en el símbolo indiscutible de nuestra identidad nacional” (2).
Ahora para los fascistas, los
cambas ya no son los salvajes chiquitanos, ayoreos, guarayos o guaraníes, ahora
dicen todos somos cambas, también los emigrantes croatas, los menonitas y los
criollos blanqueados. La utilización demagógica de estos pueblos para lograr su
adhesión al proyecto oligárquico fascista es burda y no engaña ni engañará a
nadie excepto a dirigentes corruptos.
¡¡Resulta que ahora son “cambas”
el croata Marinkovic o el serbio Kuljis!!
¿Será que estos nuevos “cambas”
conocen, así sea como curiosidad, la cultura, las costumbres y las lenguas e
idiomas de estos pueblos?
La demagogia más descarada
pretende ocultar su racismo, su odio a los indígenas, no solo aymaras y
quechuas del occidente, sino también a quienes llamaron siempre despectivamente
como “cambas” o “cunumis”.
Al menos Gabriel Rene Moreno era
sincero, oligarca y racista confeso, discriminador pero culto, ahora los
fascistas ignorantes y demagogos ocultan su racismo y su odio al indígena.
Ahora en su proyecto secesionista
de la Media Luna o del Estado Asociado “lo camba” es nada menos que el símbolo
indiscutible de su ilusoria identidad nacional.
El fascismo desconoce la
identidad de los pueblos, sus autoridades, su idioma, su cultura y sus
costumbres, y por ello las disuelve en una inexistente “identidad camba”.
Desaparecen las culturas y las identidades nacionales de Guaraníes, Guarayos,
Chiquitanos, Ayoreos, ahora son solo “cambas”. Confunden pueblos y naciones con
regiones geográficas. Por ello se atreven hasta a incorporar a su identidad
camba a benianos y pandinos, entonces también desaparecen las identidades de
pueblos como los Itonamas, Yuracarés, Baures, Cayubabas, Mosetenes, Esse Ejja,
Chácobos, Ignacianos, Trinitarios, Lecos, Yaminahuas, Cavineños, para aparecer por
arte de magia fascista como “cambas”.
La demagogia fascista se
manifiesta especialmente en la falsa postura patriótica, enarbolando la bandera
tricolor en sus asonadas y motines, cuando históricamente buscaron la división
de Bolivia. Recordemos que el golpe de estado fascista de Banzer en agosto de
1971, bajo patrocinio norteamericano y brasileño, tenía previsto, en la
emergencia de un eventual fracaso, la separación de Santa Cruz de Bolivia y su fusión
con Paraguay en un nuevo Estado con su capital en Santa Cruz de la Sierra.
Más recientemente en el año 2008,
en el golpe cívico prefectural, se llegó mucho más lejos hasta proclamar la
“Nación Camba” con la participación protagónica de mercenarios croatas,
húngaros e irlandeses y el financiamiento de la oligarquía terrateniente.
Un personero de la “nación camba”
declaró entonces que se había dirigido una misiva a la ONU, que informaba que
en breve seria anunciado el nacimiento de una nueva república en el corazón de
América del Sur, distinta a Bolivia, la “Nación Camba”.
EL FANATISMO Y
LA INTOLERANCIA RELIGIOSA
Otra de las características del
fascismo es el fanatismo religioso cristiano, sobre todo en España con el
franquismo y en Italia en menor medida. El nazismo no mostró esa característica
relevante, aunque contó con el apoyo del Vaticano y el papa Pio XX. En España ese fanatismo y la intolerancia del
franquismo llevó al país a un estado franquista cuasi teocrático, con la sañuda
persecución y asesinato de comunistas, socialistas, y a todo ateo así tenga o
no inclinaciones políticas. Franco (El caudillo) era un fanático católico y
puso a la iglesia católica como el verdadero poder en España.
En Bolivia tanto los golpistas
militares y los regímenes fascistas enarbolaron el catolicismo contra el
“comunismo ateo”. La jerarquía de la iglesia católica ha sido cómplice de estos
regímenes nefastos y sus crímenes. Banzer profundizó esta característica,
promoviendo a varios aventureros cristianos, que más que eso eran delincuentes
que obtuvieron réditos económicos con el banzerismo, pero en ningún caso fue
tan evidente como en el actual golpe y gobierno fascista que hizo su ingreso
triunfal al palacio de gobierno con la biblia como estandarte. Tanto los ejecutores
del golpe (Camacho y sus huestes) así como la autonombrada presidenta,
proclamaron el regreso de la biblia al palacio de gobierno. Pisoteando la
constitución política del estado, pretenden convertir a la religión católica
como religión oficial, sin embargo, la participación de las sectas cristianas
ha sido y es tan influyente como la católica. El gobierno fascista tiene a su
gabinete plagado de católicos y cristianos. Hay también alguno que otro que de
la cosmovisión andina ha saltado acrobáticamente al cristianismo más retrogrado
y ahora lo tenemos nada menos que como ministro de educación.
FASCISMO Y EL RESPALDO DE MASAS
El nazi fascismo tomó el poder
con respaldo de masas, principalmente de sectores de la clase media pero
también de sectores obreros confundidos con la demagogia y la desesperación por
la crisis y el caos social.
El golpe fascista en Bolivia
también contó con apoyo de masas. Un importante sector de la clase media
citadina embriagada de fanatismo religioso, racismo y anticomunismo, cooptada a
la idea de la lucha contra un “dictador” que además organizó un “monumental
fraude” y el temor al avance revolucionario del proceso de cambio, se sumó a
las movilizaciones dirigidas por los comités cívicos en las principales
ciudades capitales en grupos de choque paramilitar y en las concentraciones y
cabildos. Jóvenes universitarios e incluso parte de sectores populares atrasados de cooperativistas
mineros, especialmente de Potosí, grupos derechistas y dirigentes corruptos de
un sector de los gremiales y hasta maestros urbanos conservadores y
reaccionarios influidos y dirigidos por el trotskismo hicieron parte de las
movilizaciones junto al personal de las
alcaldías municipales de La Paz y El Alto, además de la gobernación de La Paz,
controladas por los partidos de derecha, como prolegómenos al golpe de estado.
Tristemente célebre fue y es la
participación activa de renegados de los partidos de izquierda, tránsfugas despreciables,
muchos de los cuales formaron parte del gobierno de Evo Morales como
autoridades, ministros, viceministros, diputados y senadores.
Otros pocos
organizaron un ficticio CONADE y junto a un pequeño grupo de sirvientes de la
derecha enquistados en la Asamblea de Derechos Humanos fueron coparticipes del
golpe y corresponsables de las masacres del pueblo boliviano.
Por otra parte, tuvieron un rol
fundamental los jerarcas de distintas iglesias evangélicas, así como de la
iglesia católica, promotora de las reuniones para la coordinación del fascismo
criollo con la CIA, la embajada del Brasil para el nombramiento ilegal,
ilegitimo y bandidesco de la autoproclamada presidenta Jeanine Añez.
EL FASCISMO COMO ÚLTIMO RECURSO ANTE EL AVANCE DE LA REVOLUCIÓN
El nazi fascismo es el último
recurso de la oligarquía financiera para detener el avance de la revolución
socialista. El fascismo dependiente es el último recurso de la oligarquía
terrateniente y la reacción para detener la continuación del proceso de cambio.
El temor a su profundización en dirección al socialismo, aunque no se dirigía
precisamente en esa dirección, fue uno de los componentes de la reacción y
golpe fascistas.
LOS IDEÓLOGOS DEL FASCISMO
El nazi fascismo tuvo a Alfred
Rosenberg como a su principal ideólogo, aunque él mismo tuviera otros inspiradores.
De nacimiento estonio, era hablante de germano báltico. Autor de los libros “El
Mito del siglo XX”,” Sangre y Honor” y “La trayectoria de los judíos a través
del tiempo”, en los cuales refleja los ideales y objetivos del nazismo, el
racismo y la supremacía de la raza aria y los superhombres que deben imponerse
a los subhombres y razas como los eslavos, negros y latinos. La teoría del “Lebensraum”
o del espacio vital, que es la conquista de los llamados espacios vacíos, es decir,
Polonia, Ucrania, y la Unión Soviética. Fue el responsable político del nazismo
en los territorios ocupados. Fue ahorcado en Núremberg en 1946 por crímenes de
lesa humanidad.
Julius Streicher fue, antes que
ideólogo, publicista del nazismo y editor de su periódico Der Sturmer.
El fascismo boliviano tiene a falta
de alguno, a un aprendiz de ideólogo en Sergio Antelo Gutiérrez, la pobreza conceptual
y su ignorancia están contenidas en varios libros. Abanderado de la “Nación
camba” y de la división de Bolivia con su propuesta de un Estado Libre Asociado,
triste y hasta vergonzosa analogía para los propios cruceños, con la condición
actual de Puerto Rico. En sus escritos se manifiesta el racismo y regionalismo
más extremos.
Veamos solo algunos pasajes como
ejemplos:
Se refiere en el siguiente
párrafo al occidente boliviano, a la parte altiplánica y a sus habitantes: “Así
lo camba como categoría sociológica ( y política) que se la había llevado al
extremo de su negación, se convierte en la antítesis del país de oxigeno escaso
y de algunos “enanos mentales””(3)
“En otro apartado hemos afirmado
que solamente las sociedades relativamente homogéneas tienen capacidad de
realizar innovaciones tecnológicas, apagar o minimizar sus conflictos sociales
y económicos e inclusive mediatizar sus disputas interclases (burguesía vs
proletariado)” (4)
“En primer lugar lo percibimos
como un “Estado Libre Asociado” al Estado boliviano, esto quiere decir que se
trata de una entidad “separada”, pero a su vez “unificada” sobre nuevas bases
contraactuales a nuestros viejos y conflictivos vecinos del país de oxigeno
escaso”.
De Sucre la capital, dice lo
siguiente: “Al margen de esto y en el trasfondo de ese acto “creativo” debemos
que el estado alto peruano (no la nación boliviana, porque esta no existe), se
funda a la sombra del cerro de Potosí y lo promueve la clase parasitaria y
doctoral ubicada en su centro administrativo, la ciudad de La Plata – hoy Sucre
- convertida con los años en una ciudad
cuasi fantasma por obra y gracia del espíritu santo” (5)
LIDERATO Y PARTIDOS NAZI FASCISTAS
El nazi fascismo tiene como uno
de sus elementos fundantes la asunción de un dirigente y líder fuerte. Desde
muy temprano Hitler asumió ese papel en el partido nazi y Mussolini en el
partido fascista italiano, Franco en el falangismo español variante y hermano
del nazi fascismo.
En Bolivia, Banzer se constituyó
en el líder del golpe fascista, pero no contaba con una estructura partidaria,
que recién fue organizada después de la caída del régimen, con una denominación
que hace honor a la demagogia y mentira fascistas, “Acción Democrática
Nacionalista”, falsos demócratas, falsos nacionalistas.
En el actual golpe de estado y
gobierno fascistas, no hay ni partido ni líder. Aunque Añez milita en el único
partido fascista organizado, cuya denominación para variar es nada menos que
“Demócratas”, (nuevamente presente la demagogia fascista) ella no es ni fue, de
ningún modo, lideresa de nada. Tomó el poder por casualidad. Tampoco su partido
dirigió el golpe, sí lo hizo Luis Fernando Camacho, que se proyectaba como el
líder del golpe, aunque sin partido pero con la sustentación del comité cívico
cruceño. Su ignorancia que sorprende y su accionar poco leal para con sus
socios y la corrupción incluso declarada, lo han anulado para la conducción del
fascismo.
Estas debilidades del gobierno
fascista actual permiten avizorar un futuro incierto y lo más probable es que
sea breve, sin embargo cuenta con el respaldo del imperialismo norteamericano,
por el contrario el movimiento fascista persistirá porque el racismo y el
regionalismo agresivos, el anticomunismo y el odio al indio y a las
organizaciones sociales han emergido de su estado latente, del fondo de los
sentimientos más innobles y los miedos más irracionales y es el enemigo
principal del pueblo boliviano y sus organizaciones sociales políticas y
sindicales.
Como la historia lo demuestra,
las otras formaciones políticas de la derecha que pregonan su democratismo, en
los momentos de definiciones siempre terminan por respaldar o mejor complacer al fascismo.
Por ello es imperiosa la necesidad
de la formación inmediata de un Gran Frente Nacional, Patriótico
Antiimperialista y Antifascista en Bolivia. Deben constituirlo todos los
partidos de izquierda, revolucionarios y democráticos, las organizaciones
sociales y sindicales, personalidades e intelectuales.
Finalmente, es imperioso
comprender que no hay fascismos consolidados propiamente dichos, sino en
realidad, procesos de fascistización, que pueden ser maduros o precoces y por
el contrario, también procesos de democratización anti-fascistas que pueden
alcanzar altos grados de consolidación,
incluso hasta llegar al socialismo.
(1) Antelo Gutiérrez Sergio, “ Los
cambas, nación sin estado”, pág 143.
(2) Antelo Gutiérrez Sergio, “ Los
cambas, nación sin estado”, pág 141.
(3) Antelo Gutiérrez Sergio, “
Los cambas, nación sin estado”, pag
(4) Antelo Gutiérrez Sergio, “
Los cambas, nación sin estado”, pág 97.
(5) Antelo Gutiérrez Sergio, “
Los cambas, nación sin estado”, pág 120.
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