08-01-18
Int. No. 411.
COMENTARIO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PC-MLM, Y
“MAOÍSTAS BOLIVIANOS”, SOBRE EL LIBRO DE ROBINSON ROJAS
“China, la agonía de una revolución”
Una vez conocido en su integridad el extraordinario
trabajo del camarada Robinson Rojas, nuestro Partido Comunista (MLM), ha resuelto imprimir una copia
del mismo para conocimiento de toda la militancia maoísta mundial y en general
para mostrar que nuestro Partido, no obstante, la lejanía y la poca información
directa, ha logrado tener una posición auténticamente marxista del problema de
la restauración del capitalismo en la China.
El
libro de 490 páginas es un relato minucioso de la dramática lucha de clases que
se desarrolló en China en el seno mismo del partido desde el triunfo de la Revolución
en 1949.
Se
constata algo que no se pudo saber hasta el desarrollo de los últimos
acontecimientos cuando la fracción revisionista a cargo de Chou En-lai y sus
seguidores Liu Shao Chi, Teng Siao-ping y otros, lanzaron su ofensiva final
para derrotar a la corriente maoísta dividida y reprimida desde los propios
aparatos del Estado, casi siempre en poder de la fracción restauradora del
capitalismo con Chou En-lai y su camarilla.
En primer lugar,
Robinson relata con lujo de detalles la asquerosa, inmunda e inhumana campaña
de difamación realizada por la camarilla revisionista contra la dignidad de la
camarada Chang Ching. No tenemos noticia en la historia del Movimiento
Comunista Internacional de una campaña más inmoral y detestable contra una
persona, menos una dirigente comunista de parte incluso de la reacción
internacional caracterizada por su ensañamiento contra las personas de los
líderes comunistas como Stalin, como Mao, como Pol Pot, como Rakosi, como el
Che Guevara, etc. Nosotros los comunistas bolivianos hemos tenido, a pesar de
todo un cierto respeto por Chou En-lai, como canciller comunista, como
comunista leal a Mao y jamás hubiéramos podido pensar que su mente estaba
carcomida por los más feos y nauseabundos sentimientos cuando leemos los testimonios
de Robinson Rojas contra la esposa de Mao, lanzados por la prensa oficial y
sobre todo por las publicaciones clandestinas originadas en la corriente
revisionista y restauradora del capitalismo.
En segundo lugar,
algo muy importante que registra el libro es la lucha de clases expresada como
una controversia entre dos tendencias fundamentales, la primera liderizada por
el camarada Mao y la segunda, la revisionista y restauradora del capitalismo, a
la cabeza de Chou En-lai. Esta gran contradicción que aparece en todos los
procesos revolucionarios desde la Gran Revolución Bolchevique de 1917, parece
ser una constante que ya ha sido prevista en la doctrina del marxismo, es decir
la continuación de la construcción socialista o la restauración del capitalismo.
Sin
embargo, siempre esta gran contradicción se presenta camuflada y escondida en
la corriente revisionista que aparenta una gran lealtad a los procesos revolucionarios,
pero en realidad está trabajando arduamente para descarrilar el rumbo y
posibilitar la reversión social y política.
El tercer lugar,
una constatación muy importante y no siempre bien tratada: el hecho de que
nunca el liderazgo del camarada Mao fue completo, esto ha significado que su
gran prestigio era utilizado por la fracción llamada la camarilla civil-militar
de Chou En-lai. Lui Shao-chi, Teng Siao-ping, Pen Chen y Pend De-huai, para sus
fines contrarrevolucionarios.
Casi
siempre en minoría la tendencia Mao, parecía irrebatible, pero en los hechos
quién dictaba la política interior y exterior era la camarilla “civil-militar”
de Chou En-lai. Esta situación se hace
ostensible
cuando comienza a deteriorarse la salud del camarada Mao, más o menos desde 1969,
ocasión del IX Congreso del Partido cuando se tenía la impresión de una
victoria completa de la tendencia maoísta, aunque la lucha se había
radicalizado y aparecía el riesgo de la guerra civil.
En cuarto lugar,
tenemos los graves errores cometidos sobre todo por parte de la tendencia de
“los cuatro” al hacer de la línea de Lin y Chen Po-ta, como el enemigo
principal trabajando arduamente en beneficio del verdadero “enemigo principal”,
la camarilla Civil Militar de Chou. Este error fue decisivo en el desenlace
negativo y restaurador del proceso que concluyó con la plena restauración del
capitalismo.
La
contradicción, en nuestro criterio secundaria, se convirtió en principal,
entonces Chiang Chi, Chang Chun Chiao, Yao Wen-Huan y Wang Hun-wen observaron
pasivamente el brutal golpe militar-civil del 9 de septiembre de 1971, cuando
por órdenes directas de Chou En-lai, se procedió al apresamiento, tortura y
asesinato de Lin Piao, su esposa y su hijo, un comandante del Ejército Popular.
Este golpe militar restaurador del capitalismo se asemeja al golpe de Kruschov
en el Vigésimo Congreso del PCUS, con la diferencia, en favor de éste, de no
haber asesinado a Molotov, Malenkov y Kaganovic.
Estas
revelaciones detalladas minuciosamente por Rojas nos aclaran completamente la
tramoya reaccionaria y asesina de Chou En-lai. juntamente con una camarilla
militar que reclamaba solamente el fortalecimiento de capacidad defensiva de
China en detrimento del desarrollo de la conciencia revolucionaria del pueblo,
es decir la supremacía del nacionalismo chino frente al internacionalismo
político de la fracción de Mao, de los cuatro y de Lin-Chen.
Los
acontecimientos relatados por Rojas dejan mal parados a los manejados por la
camarilla restauradora de carácter “oficial” en el sentido de que, una vez
descubierto el “complot” de Lin “contra” Mao, trató de huir en avión junto a su
esposa e hijo, rumbo a la Unión Soviética, resultando que el avión fuera
víctima de un desastre en territorio de Mongolia.
La
verdad es que ese viaje tenía como “pasajeros” a los tres cadáveres de la
familia Lin para aparentar un accidente, cuando los prisioneros fueron
obligados a firmar una declaración de culpabilidad en torno a su complot
“contra Mao” la cual no se cumplió por la firmeza de Lin. Los “cuatro” no
dijeron “ni chus ni mus” sobre el grave delito cometido por Chou y su camarilla
y luego tendrían que arrepentirse amargamente cuando les tocó el turno de
víctimas del maquiavélico Chou En-lai.
El
camarada Mao, completamente al margen de los acontecimientos por aislamiento
provocado por la camarilla con el pretexto de su salud, era solamente informado
del “complot anti-Mao” de Lin y naturalmente lo dio como la verdad última por
su total confianza en Chou.
Se
había consumado el primer capítulo del plan restaurador: la eliminación física
de grupo de Lin Piao, cuarenta generales del EPL y toda la dirección maoísta
del Comité Central.
Después,
con la muerte de Mao en septiembre de 1976, se produjo ya muy fácilmente el
segundo capítulo con el golpe contra la “banda de los 4”, finalizando la
trágica restauración plena y completa del capitalismo en China.
Con
todos estos antecedentes podemos explicar el “cambio de color” de China
vaticinado por Mao en su carta a su esposa Chang Ching y la súbita alianza
estratégica de China con el imperialismo yanqui en la política exterior de
China y su apoyo a Pinochet, al Shah de Persia, al genocida Marcos de Filipinas
y en fin a toda esa enorme cantidad de traiciones de la China restaurada contra
la lucha revolucionaria de los pueblos del mundo.
PCmlm-Bolivia.
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