Debemos declarar paladinamente que las expresiones y
actuales acciones del señor Donald Trump nos desconciertan.
En primer lugar no cabe duda que se trata de un
gobierno de extrema derecha que desarrollará la agenda tradicional imperialista
de hegemonía global y un racismo desbocado y pro-sionista.
Sin embargo este gobierno ultra-reaccionario tiene
características muy especiales que no podemos dejar de considerar.
Su renuncia al Tratado NAFTA con México y Canadá fue
una reivindicación legítima del propio pueblo norteamericano.
El problema del Muro en la frontera con México y la
exigencia de que México pague su construcción es una provocación a toda Latino
América, pero al mismo tiempo es sólo una promesa de no injerencia en los
asuntos propios de nuestra Abya Yala.
Su igual promesa de establecer normales relaciones
con Rusia nos muestra un criterio realista en contra de una posible
conflagración nuclear global.
Su posición crítica, tal vez solamente retórica de
reforma de la OTAN.
En fin para juzgar correcta y revolucionariamente a
este régimen que nadie lo previó, es necesario tener paciencia y observar con
mucha seriedad el curso de su política sobre todo internacional.
PCmlm
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