15-11-12
FUKUYAMA EL
“FIN DE LA HISTORIA”
Y LA CRISIS
TERMINAL DEL CAPITALISMO
Volviendo a leer a Fukuyama y su “fin de la historia”, no hacemos sino
confirmar lo diletante y atrabiliario de aquella obra que conmocionó a la
“intelectualidad” pequeño-burguesa que hacía profesión de fe neoliberal y
“enterraba” al marxismo, la liberación nacional y el socialismo.
Según Fukuyama, el “fin de la historia” no significaba precisamente la
conclusión de los acontecimientos históricos, sino cabalmente el triunfo “definitivo”
del liberalismo capitalista como forma final y absoluta del desarrollo del espíritu
universal hegeliano. Toda la obra está dedicada a ensalzar el bienestar general,
desarrollo económico, la libertad individual de los países europeos y no solamente
de los países nórdicos, sino también de los mediterráneos, que habían sido
alcanzados por la “derrota de los totalitarismos”.
Leamos algunos párrafos fukuyamistas:
“La transformación que ocurrió
en Europa meridional en menos de un decenio fue notable. Se había visto a esos
países antes como las ovejas negras de Europa, condenados por sus tradiciones
religiosas y autoritarias a residir fuera de la corriente del desarrollo
democrático de Europa occidental. Pero hacia los años ochenta, cada uno de esos
cuatro países había realizado con éxito la transición hacia una democracia
estable y eficaz, tan estable, de hecho que sus habitantes apenas si podían
imaginar que hubieran vivido una situación distinta. (1).
No es difícil comprobar que las predicciones del autor hegeliano,
estaban tan equivocadas que no pudieron sostenerse ni siquiera una década. No
sabemos dónde anda Fukuyama, pero seguramente no querrá escribir nunca más
sobre los galimatías hegelianos del fin de la historia, constatando lo que en
estos mismos momentos está ocurriendo precisamente en los cuatro países meridionales
de Europa citados por él (Portugal, España, Italia y Grecia) y en menor medida,
aunque en el mismo sentido, las insurgencias sociales masivas en Francia,
Irlanda, Bélgica, e inclusive en la Alemania de la Merkel.
Esto significa que las predicciones fukuyamistas se han desenmascarado
como lo que siempre fueron: un intento manipulado de resucitar el hegelianismo
como contrapartida a la concepción materialista de la historia de Marx y por
otro lado, pretender la muerte de marxismo y el triunfo final y absoluto del
liberalismo “democrático”.
El formidable llamado al paro movilizado continental europeo del 14 de
noviembre, que ha sido cumplido en diversas proporciones en toda Europa, es el
signo más claro de que la crisis Terminal del capitalismo se está produciendo
indefectiblemente, pero que naturalmente su debacle final no está a la vuelta
de la esquina y que para su concreción definitiva falta la lucha política y
revolucionaria de las masas europeas oprimidas, hambreadas, y colocadas en la
desesperación en estos momentos. Los ciudadanos europeos reprimidos están
optando por múltiples respuestas extremas como ser el suicidio ante la
impotencia de obtener que, por lo menos, se escuchen sus justas
reivindicaciones.
Los despachos de prensa de hoy día 15 de noviembre, nos informan de
las multitudinarias manifestaciones en cientos y cientos de ciudades europeas
que prácticamente ya están tocando los límites del pacifismo, cuando los manifestantes
son reprimidos con la fuerza bruta de los organismos de represión que es lo
único que le resta al establecimiento europeo.
La tristemente célebre troika (CE-BCE-FMI) manipuladora de las finanzas
europeas, pretende seguir esquilmando a los pueblos en beneficio de los bancos
que seguirán recibiendo los recursos multimillonarios de los famosos “rescates”
financieros que deberán ser pagados, precisamente con los recortes de los
derechos sociales de los trabajadores.
El capitalismo salvaje está llegando a los límites de la paciencia y
la tolerancia de los pueblos. La propia crisis y el levantamiento
revolucionario de los pueblos de Europa no están ya muy lejos en el horizonte
histórico.
Nuestra más calurosa solidaridad con nuestros hermanos europeos a
quiénes les damos la bienvenida al llamado “Tercer Mundo”.
Nota 1. Fukuyama, Francis. “El fin de la historia y
el último hombre”. Pág. 42.
PCmlm.
No hay comentarios:
Publicar un comentario