29-08-18
N. No. 513.
¿QUE ES EL “MOTETISMO”?
Para las
generaciones del siglo XXI, el fenómeno político del “motetismo” es un tema tabú,
es decir no tienen idea de su significado.
Sin
embargo, mal que nos pese, el nefasto “motetismo” tiene actualmente una significación
subterránea. Esto significa que muchos “motetistas” todavía siguen merodeando
los ámbitos políticos con diferentes máscaras y disfraces.
Oscar Zamora Medinaceli, el “Motete”, se convirtió en el sucesor del gran dirigente político y
sindical Federico Escobar Zapata, sin mérito alguno fuera de los ingentes
recursos económicos que recibió de China, Albania y Cuba, como primer
secretario del Partido Comunista (marxista-leninista) de Bolivia. (1)
Zamora,
traicionando vilmente la herencia político-revolucionaria de Escobar Zapata,
aglutinó a una serie de personajes clase-medieros pequeño-burgueses como Jaime
Paz Zamora, Fernando Arauco, Cayetano Llobet, Augusto Arguedas, Jaime Vergara,
Eusebio Gironda y otros, llegando desde Europa, vía Cuba (compromisos con el Che Guevara), como un verdadero paracaidista
al Primer Congreso Extraordinario del Partido Comunista (ML) en la localidad de
Siglo XX, convocado a iniciativa del
líder sindical más prestigioso y popular Escobar Zapata y de la célula maoísta
“Stalin” de la ciudad de La Paz,
Lamentablemente
para la historia política de Bolivia, Escobar Zapata fue asesinado en la mesa
de operaciones de una fractura del brazo, por mandato de la “Alianza para el
Progreso” y el “Plan Triangular”, en el gobierno de Paz Estenssoro y después de
Barrientos Ortuño, para la desnacionalización de la minería boliviana, impuesta
por el imperialismo yanqui de Kennedy y Johnson. (2).
La
primera tarea cumplida por el “Motete”, como agente confeso de la CIA, fue
destruir meticulosamente, desde dentro, la estructura orgánica del Partido
Comunista Marxista-Leninista. Tan lejos llegó la infame traición del bellaco que,
primero se colgó de la leva del MNR de Paz Estenssoro y Gonzalo Sánchez Lozada
y finalmente, nada menos con una alianza electoral como vicepresidente de
Banzer Suárez.
En su
senectud, acosado por la droga y el alcohol, se alió ladinamente con Rubén
Costa, Samuel Doria Medina y la Media Luna.
Desaparecido
el Motete, revive, como de ultratumba, el “motetismo” residual a la cabeza de
algunos y algunas “representantes de Derechos Humanos” (o deshechos) y de
activistas de la “defensa de la naturaleza”, cuyos nombres están claramente
identificados por sus acciones opositoras en servicio de la derecha cavernaria
y en consecuencia del imperialismo.
En
sucesivas entregas iremos identificando la trayectoria macabra del motetismo
residual traidor, infame, cobarde y corrupto.
Notas.
1.
Decíamos, “sin mérito
alguno”, porque Zamora no tuvo ninguna participación de las luchas internas del
Partido Comunista de Bolivia en torno a las discrepancias de orden interno
(discrepancias de Escobar con la dirección revisionista de Monje, Kolle y
Otero, respecto a las relaciones con el gobierno del MNR) y de orden
internacional: las divergencias chino-soviéticas.
2.
Para mejor información al
respecto, remitimos al lector a la obra sensacional de Thomas C. Field Jr.: “Minas, balas y gringos”, recientemente
publicada en varias ediciones por la Biblioteca Laboral del Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sindicales, que relata con lujo de detalles y abundante
documentación oficial, la histórica y heroica lucha del Sindicato Minero de
Siglo XX con Escobar y Pimentel, contra la política pro-imperialista de Víctor
Paz Estenssoro.
PCmlm.
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