domingo, 5 de abril de 2015

EL ODIO SAGRADO DE LOS PUEBLOS CONTRA EL IMPERIALISMO

04-04-15
Int. No. 261

EL ODIO SAGRADO DE LOS PUEBLOS CONTRA EL IMPERIALISMO

Todos los idiomas del mundo que sobrepasan los seis mil, han agotado su vocabulario para calificar con alguna exactitud la criminal conducta política del imperialismo norteamericano y la turba de sus lacayos contra la totalidad de los pueblos, naciones y Estados del mundo actual.

No existe en el mundo moderno crimen individual, colectivo y global que no hubiera sido cometido por ese poder que ha superado en malignidad el infierno del Dante.

El imperialismo colectivo y su brazo armado la OTAN, han destruido materialmente  los siguientes países: Vietnam, Laos, Kampuchea, Corea, Pakistán, Libia, Somalia, Sudán, Congo Democrático, Ruanda, Nigeria, Yemen, Siria, Irak, Afganistán.

El imperialismo colectivo ha organizado meticulosamente los siguientes organismos terroristas para sembrar el caos y la anarquía en el mundo en provecho de sus intereses hegemónicos y de dominación: Al Queda, Al Nutra, Califato Islámico , Takfiri, Wahabitas, Salafistas, Boko Haram, El “terrorismo” que es su obra maestra, es uno de los pretextos para agredir a los pueblos.

El imperialismo colectivo y su brazo armado la OTAN han invadido y bombardeado un centenar de países solamente en las dos centurias pasadas.

El imperialismo colectivo ha asesinado a centenares de líderes políticos como Sandino, Zapata, Allende, Lumunba, Biko, Ben Barka, Alí Butho, Benazir Bhuto, Bishop, Arafat,  Nasser, Sadam Hussein, Kadafi, Milosevic, Ernesto Guevara, Hugo Chávez, Joao Goulart, Eliécer Gaytán,    

El imperialismo colectivo ha asesinado únicamente en los dos decenios pasados, tres millones de personas y más de cien millones en los dos siglos pasados en sus guerras de agresión en los países agredidos e invadidos.

El imperialismo colectivo y sus lacayos han sembrado el mundo con mil bases militares que constituyen centros de tortura y malos tratos como en Guantánamo, Abu Graib con prisioneros de todas partes del mundo.

El Imperialismo colectivo y sus lacayos han organizado mundialmente el tráfico de opio, cocaína, marihuana a través de sus organismos especializados en la materia como la DEA y la CIA, además utilizan el otro pretexto del narcotráfico, que es su obra, para “justificar” sus agresiones.

El Imperialismo colectivo y sus lacayos organizan a nivel mundial la trata de personas, la trata de blancas (prostitución de mujeres), el negocio de órganos humanos extraídos de sus prisioneros para ser comercializados en sus establecimientos “científicos”.

El Imperialismo colectivo mantiene en sus laboratorios gérmenes, bacterias, virus, cepas de toda clase de enfermedades para diseminarlas en los territorios que pretende destruir. Esas bacterias y microbios son conocidos como el Sida, el Ebola, el Hanta virus, el Cólera, el Dengue, Las Vacas Locas, la Fiebre Porcina, la Gripe Aviar. El VIH, el Ebola y el Hanta fueron introducidos en África para diezmar su población a la que consideran superflua. El Cólera fue introducido en el Perú durante la guerrilla de Sendero. El Dengue fue introducido en Cuba a través de vuelos clandestinos de gran altura.

El Imperialismo colectivo y sus lacayos, han robado y asaltado las reservas monetarias de los países y Estados que invaden y destruyen como en los casos de Libia, Irak y Afganistán. Igualmente han “confiscado” las reservas de Irán.

El Imperialismo colectivo y sus lacayos europeos junto a paisillos insignificantes como Luxemburgo, Holanda o Bélgica se atreven a “sancionar” a gigantes como China y Rusia.

El Imperialismo colectivo y su compinche sionista de Israel, arremete cada día contra el gran pueblo palestino, asesinando a sus niños, a sus mujeres embarazadas, destruyendo sus escuelas, sus hospitales, sus viviendas.

El Imperialismo colectivo incentiva las rivalidades de sunnitas y chiítas que siempre fueron hermanos y que ahora se están aniquilando mutuamente.

Este pálido recuento de los abominables crímenes de Lesa Humanidad que comete a diario el imperialismo no puede sino causar el odio sagrado que tienen nuestros pueblos contra el imperio maldito.

Sin embargo, los días de este verdadero monstruo apocalíptico que amenaza al mundo y a la humanidad con la destrucción nuclear, están contados ya que su dominio mundial económica, financiera, comercial e incluso militarmente decae a ojos vista y tiene carácter irreversible.

Los pueblos del mundo deben unir sus fuerzas para acabar, de una vez por todas con la infamia y el oprobio convertidos en poder mundial.

Por todo ello, ya hace mucho tiempo nuestro gran maestro, el camarada Mao Tse-tung nos dio la consigna correcta:

¡PUEBLOS DEL MUNDO, UNÍOS PARA COMBATIR AL IMPERIALISMO YANQUI!


PCmlm.

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