Int. No. 261
EL ODIO SAGRADO DE LOS PUEBLOS CONTRA EL IMPERIALISMO
Todos los idiomas del mundo que sobrepasan
los seis mil, han agotado su vocabulario para calificar con alguna exactitud la
criminal conducta política del imperialismo norteamericano y la turba de sus
lacayos contra la totalidad de los pueblos, naciones y Estados del mundo
actual.
No existe en el mundo moderno crimen
individual, colectivo y global que no hubiera sido cometido por ese poder que
ha superado en malignidad el infierno del Dante.
El imperialismo colectivo y su brazo armado
la OTAN, han destruido materialmente los
siguientes países: Vietnam, Laos, Kampuchea, Corea, Pakistán, Libia, Somalia,
Sudán, Congo Democrático, Ruanda, Nigeria, Yemen, Siria, Irak, Afganistán.
El imperialismo colectivo ha organizado
meticulosamente los siguientes organismos terroristas para sembrar el caos y la
anarquía en el mundo en provecho de sus intereses hegemónicos y de dominación:
Al Queda, Al Nutra, Califato Islámico , Takfiri, Wahabitas, Salafistas, Boko
Haram, El “terrorismo” que es su obra maestra, es uno de los pretextos para
agredir a los pueblos.
El imperialismo colectivo y su brazo armado
la OTAN han invadido y bombardeado un centenar de países solamente en las dos
centurias pasadas.
El imperialismo colectivo ha asesinado a
centenares de líderes políticos como Sandino, Zapata, Allende, Lumunba, Biko, Ben
Barka, Alí Butho, Benazir Bhuto, Bishop, Arafat, Nasser, Sadam Hussein, Kadafi, Milosevic,
Ernesto Guevara, Hugo Chávez, Joao Goulart, Eliécer Gaytán,
El imperialismo colectivo ha asesinado
únicamente en los dos decenios pasados, tres millones de personas y más de cien
millones en los dos siglos pasados en sus guerras de agresión en los países
agredidos e invadidos.
El imperialismo colectivo y sus lacayos han
sembrado el mundo con mil bases militares que constituyen centros de tortura y
malos tratos como en Guantánamo, Abu Graib con prisioneros de todas partes del
mundo.
El Imperialismo colectivo y sus lacayos han
organizado mundialmente el tráfico de opio, cocaína, marihuana a través de sus
organismos especializados en la materia como la DEA y la CIA, además utilizan
el otro pretexto del narcotráfico, que es su obra, para “justificar” sus
agresiones.
El Imperialismo colectivo y sus lacayos
organizan a nivel mundial la trata de personas, la trata de blancas
(prostitución de mujeres), el negocio de órganos humanos extraídos de sus
prisioneros para ser comercializados en sus establecimientos “científicos”.
El Imperialismo colectivo mantiene en sus
laboratorios gérmenes, bacterias, virus, cepas de toda clase de enfermedades
para diseminarlas en los territorios que pretende destruir. Esas bacterias y
microbios son conocidos como el Sida, el Ebola, el Hanta virus, el Cólera, el Dengue,
Las Vacas Locas, la Fiebre Porcina, la Gripe Aviar. El VIH, el Ebola y el Hanta
fueron introducidos en África para diezmar su población a la que consideran
superflua. El Cólera fue introducido en el Perú durante la guerrilla de
Sendero. El Dengue fue introducido en Cuba a través de vuelos clandestinos de
gran altura.
El Imperialismo colectivo y sus lacayos, han
robado y asaltado las reservas monetarias de los países y Estados que invaden y
destruyen como en los casos de Libia, Irak y Afganistán. Igualmente han
“confiscado” las reservas de Irán.
El Imperialismo colectivo y sus lacayos
europeos junto a paisillos insignificantes como Luxemburgo, Holanda o Bélgica
se atreven a “sancionar” a gigantes como China y Rusia.
El Imperialismo colectivo y su compinche
sionista de Israel, arremete cada día contra el gran pueblo palestino,
asesinando a sus niños, a sus mujeres embarazadas, destruyendo sus escuelas,
sus hospitales, sus viviendas.
El Imperialismo colectivo incentiva las
rivalidades de sunnitas y chiítas que siempre fueron hermanos y que ahora se
están aniquilando mutuamente.
Este pálido recuento de los abominables
crímenes de Lesa Humanidad que comete a diario el imperialismo no puede sino
causar el odio sagrado que tienen nuestros pueblos contra el imperio maldito.
Sin embargo, los días de este verdadero
monstruo apocalíptico que amenaza al mundo y a la humanidad con la destrucción
nuclear, están contados ya que su dominio mundial económica, financiera,
comercial e incluso militarmente decae a ojos vista y tiene carácter
irreversible.
Los pueblos del mundo deben unir sus fuerzas
para acabar, de una vez por todas con la infamia y el oprobio convertidos en
poder mundial.
Por todo ello, ya hace mucho tiempo nuestro
gran maestro, el camarada Mao Tse-tung nos dio la consigna correcta:
¡PUEBLOS DEL MUNDO, UNÍOS PARA COMBATIR AL
IMPERIALISMO YANQUI!
PCmlm.
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