¿OEA MINTIÓ DESCARADAMENTE SOBRE RESULTADOS DE
ELECCIONES EN BOLIVIA? ESTO DICEN LOS ANÁLISIS INDEPENDIENTES
CARLOS ALEJANDRO
22/11/2019
Los expertos consideran que ni la misión
de la OEA ni ningún otro partido han demostrado que hubo irregularidades generalizadas
o sistemáticas.
Dos estudios internacionales, hechos por
investigadores independientes, han contradicho los informes publicados por la
Organización de Estados Americanos (OEA) sobre supuestas irregularidades en los
comicios del pasado 20 de octubre donde resultó electo Evo Morales.
Uno de los trabajos investigativos se
titula «¿Qué sucedió en el recuento de votos de las elecciones de Bolivia de
2019? El papel de la Misión de Observación Electoral de la OEA» y fue realizado
por el Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR, por sus siglas en
inglés).
El análisis estadístico de los resultados
electorales y de las actas de las elecciones generales del pasado 20 de octubre
en Bolivia, recoge este documento de 18 páginas, «no muestra evidencias de
irregularidades o fraude que haya afectado el resultado oficial que le dio al
presidente Evo Morales una victoria en primera ronda».
Según el estudio elaborado por Guillaume
Long, David Rosnick, Cavan Kharrazian y Kevin Cashman, la Misión de Observación
Electoral (MOE) de la OEA apoyó una «narrativa postelectoral sin evidencia» que
se refería a presuntas inconsistencias en el proceso.
El CEPR, con sede en Washington, fue
fundado por los economistas Dean Baker y Mark Weisbrot e incluye como asesores
los Premios Nobel de Economía Robert Solow y Joseph Stiglitz, entre otros
especialistas.
Entendiendo el TREP
En el sistema electoral boliviano hay dos
mecanismos de escrutinio que funcionan de manera paralela: uno de conteo rápido
o Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), que tanto Bolivia
como otros países han usado siguiendo las recomendaciones de la OEA, y el
Recuento Oficial de los Votos o cómputo oficial, legalmente vinculante según la
ley boliviana.
Según se explica, el TREP es manejado
conjuntamente por una empresa privada y por el Servicio de Registro Cívico
(SERECÍ). Su función es entregar resultado rápidos, no vinculantes y parciales
en la noche de las elecciones, a diferencia del cómputo oficial.
La pausa que se realizó entre el domingo
y el lunes ocurrió porque el conteo rápido llegó hasta 83,85 %. El porcentaje
restante correspondía al voto rural, cuya data no pudo transmitirse de
inmediato ante la imposibilidad de acceso cercano a internet.
Los expertos manifiestan que esta pausa
estaba prevista por el Tribunal Supremo Electoral, que había anunciado una
semana antes a las elecciones que daría a conocer los resultados del recuento
rápido tras haber verificado por lo menos 80 % de los conteos preliminares.
Objeciones al informe de la OEA
La MOE manifestó un día después de las
elecciones, en un comunicado de prensa, «su profunda preocupación y sorpresa
por el cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de los
resultados preliminares [del conteo rápido] conocidos tras el cierre de las
urnas».
Hasta la transmisión de 83,85 % de las
actas, Morales tenía 45,71 % de los votos, mientras que Carlos Mesa, 37,84 %,
lo que significaba una diferencia de 7,87 puntos porcentuales entre ambos
candidatos. Es decir, hasta ese momento no estaría asegurado evitar la segunda
vuelta. Sin embargo, este resultado se modificó con el transcurrir del
escrutinio.
Tres días después de los comicios, el
director de la MOE, Gerardo de Icaza, leyó su informe preliminar ante el
Consejo Permanente de la OEA en el que manifestó que «los cambios en la
tendencia TREP eran difíciles de explicar y no coincidían con las otras medidas
disponibles».
Los analistas consideran que «la misión
no proporcionó evidencia sustentando estas declaraciones que sugieren que el
conteo rápido podría ser incorrecto o ‘difícil de explicar'», por lo que
concluyen que:
Los resultados del conteo rápido para el
83,85 % de votos transmitidos son consistentes con una proyección del resultado
final que señala como ganador a Morales con una victoria de más de 10 puntos
porcentuales.
Ni la misión de la OEA ni ningún otro
partido han demostrado que hubo irregularidades generalizadas o sistemáticas.
Ni el conteo rápido ni el oficial exhiben
cambios significativos en las tendencias de votación respecto a los resultados
finales.
El conteo oficial no se detuvo durante
ningún período significativo ni sufrió una modificación importante tras la
pausa del TREP.
No está claro cómo las objeciones de la
misión de la OEA con respecto al conteo rápido afectarían el oficial.
¿La pausa alteró los resultados?
La OEA ha afirmado que, tras la pausa, la
diferencia de Morales sobre Mesa se incrementó de manera tal que el mandatario
dimitido se aproximó a los diez puntos porcentuales necesarios para evitar el balotaje,
por lo que expresó «su profunda preocupación y sorpresa por el cambio drástico
y difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminares
conocidos tras el cierre de las urnas».
En este punto, los autores del informe se
preguntan si «este ‘cambio en la tendencia’ es verdaderamente ‘difícil de
justificar'», a lo que responden:
Las zonas rurales y que han votado por
Morales en los últimos trece años son más lentas en transmitir los datos y en
enviar las hojas de conteo a los tribunales electorales debido a que no tienen
acceso a internet y se encuentran alejados de las ciudades. Por ello, sus
sufragios se cuentan en la etapa final del conteo.
Los resultados del conteo oficial tienen
una tendencia similar a los del conteo rápido.
La brecha entre Morales y Mesa se amplió
constantemente a medida que avanzaba el conteo. «Fue un fenómeno predecible y
poco sorprendente».
Politización de la OEA
En el informe, donde se concluye que los
señalamientos de la OEA han tenido una influencia significativa en la opinión
pública, se hace referencia al Gobierno de Donald Trump y a sus aliados, como
el senador republicano Marco Rubio, quien ha hecho declaraciones «sugiriendo
que la elección fue robada».
Los investigadores consideran que la
politización de un proceso independiente de monitoreo electoral «se hace
tangible» cuando la OEA «hace afirmaciones sin fundamento que ponen en duda la
validez de un recuento electoral«, lo que resulta «peligroso» en el contexto de
la «polarización política y la violencia política postelectoral que ha tenido
lugar en Bolivia».
Como recomendación se insta a retirar las
«acusaciones sin fundamento» y tomar medidas «para asegurar la neutralidad de
la observación electoral por parte de la OEA en el futuro».
El resultado no varió
Otro de los análisis titulado «Evidencia
en contra de que los votos fraudulentos hayan sido decisivos en la elección de
Bolivia en 2019» lo presentó Walter Mebane, profesor de los departamentos de
Ciencias Políticas y de Estadística de la Universidad de Michigan y uno de los
expertos en fraude electoral en el mundo.
En el texto, Mebane explica que «hay
evidencia de que los votos fraudulentos en las elecciones no fueron decisivos
para el resultado«, tras la utilización del modelo de Eforensics, que es la aplicación
de la metodología científica a los medios informáticos para establecer
información fáctica o proporcionar opiniones expertas para procedimientos
legales.
Este modelo estadístico operativiza la
idea de que los «fraudes» ocurren cuando un partido gana votos por una
combinación de sufragios obtenidos de «fabricar» abstenciones y de «robar»
votos a los partidos opositores.
Este trabajo arrojó que presuntamente
existieron conteos «fraudulentos» en 274 de las 34.551 mesas habilitadas por
los comicios en Bolivia.
En el escrito se aclara que el modelo
Eforensics es nuevo y «con capacidades que aún no se han comprendido
plenamente», por lo que, aunque se asemeje al conteo del sistema electoral,
puede clasificar algunos votos como fraudulentos sin que necesariamente lo
sean.
Mebane compara las irregularidades
estadísticas que podrían haber indicado fraude, sin que eso hubiera cambiado
los resultados finales, en comicios de Honduras, Turquía, Rusia, Austria y
Wisconsin (EE. UU.) al hacerles análisis con el modelo de Eforensics.
Resultados
Según los resultados finales, Morales,
del Movimiento Al Socialismo (MAS), obtuvo el 47,08 % de los votos, mientras que Mesa, del
partido conservador Comunidad Ciudadana, logró el 36,51 %. Dado el margen de
más de 10 puntos porcentuales, que representan 648.439 votos, el mandatario
habría logrado la victoria sin necesidad de una segunda vuelta.
En los 342 municipios que hay en Bolivia,
el MAS ganó en 289, lo que equivale más
de 85 % del total.
En la Asamblea Legislativa Plurinacional,
el MAS obtuvo 21 representantes ante la cámara de senadores, que está compuesta
por 36 escaños, por lo que obtuvo mayoría absoluta.
En cuanto a la cámara de diputados,
compuesta por 130 legisladores, el movimiento oficial obtuvo 68 curules, por lo
que de igual manera cuenta con mayoría absoluta.
Fuente: RT
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