29-10-19
N. No.
LA TÁCTICA DE GOEBBELS, APLICADA POR LA DERECHA BOLIVIANA
Carlos Echazú Cortez
Se atribuye a Joseph
Goebbels, el conocido líder nazi, la frase “una mentira repetida mil veces se
convierte en verdad“. Desde entonces, las derechas de todo el mundo han
aplicado tal táctica en todos los contextos posibles con la finalidad de
adelantar y promover sus intereses posicionando ideas falsas en la opinión
pública. Por eso, no es la primera vez que lo hacen en Bolivia, pero
seguramente, si es una de las veces que mayor relevancia puede tener.
En este marco, han
repetido hasta el cansancio que se cometió “un fraude escandaloso” y
“gigantesco” en las elecciones del 20 de octubre. Todos sus voceros, desde
todos los ángulos posibles, incluso ex-izquierdistas conversos, lo han repetido
una y mil veces, con la clara intencionalidad de que esa idea se posicionara en
la opinión pública, sin pretender siquiera sustentarla en algún hecho objetivo
concreto.
Como la pretensión se
notaba demasiado forzada, entonces aclaraban “está a la vista que ha habido
fraude”. Pensaron que ese “argumento” podría sustituir la presentación de
pruebas. Sin embargo, lo único que realmente quedó claramente a la vista, fue
que la votación que faltaba computar, después de aquella interrupción en el
TREP que hizo la Corte, era votación predominantemente rural, que siempre ha
tenido determinación importante sobre los resultados en las elecciones en
Bolivia, pues llega al final del computo y con frecuencia está concentrada
sobre una de las fórmulas electorales; en sus tiempos lo estuvo sobre el MNR y
en estos tiempos se concentra en el MAS. No hay absolutamente nada turbio en
eso.
Su argumento de que el
fraude estaba “a la vista” se desmoronó entonces como un castillo de naipes y
consiguientemente se vieron forzados a presentar algunas presuntas
irregularidades que no guardaban relación alguna con el carácter gigantesco y
escandaloso que se atribuía al presunto fraude, pero que de todos modos deberá
ser estudiado en la auditoría que se ha programado.
De este modo, “la
terrible dictadura de Evo Morales ha pedido a la comunidad Internacional que
realice una auditoría a las elecciones que ha ganado”. Pido al lector que relea
la frase entrecomillada y medite en lo ridículo que resulta caracterizar de
dictadura al gobierno de Evo Morales.
Sin embargo, esto no es
lo más ridículo e incoherente en esta situación. Lo más absurdo de todo es que
el principal acusador al gobierno, vale decir, el señor Carlos Mesa, el
candidato supuestamente perjudicado por el presunto fraude, se niega a que se
realice-o pone dudas a- la auditoría. Lo racional y lo lógico sería que él
sostenga con firmeza que exige la realización de una auditoría. Sin embargo, su
ambigüedad al respecto, solo demuestran que él y los demás frentes opositores
inventaron la idea del fraude con el único propósito de generar la convulsión
que se ha desatado en el país y que por lo tanto implica un golpe, ante la
derrota electoral que han sufrido.
Hoy martes 29 de octubre,
el Ministro Canelas, portavoz del gobierno, en conferencia de prensa a
exhortado al candidato Mesa a que se pronuncie de una vez, de modo claro sobre
su posición en relación a la auditoría. No hay razón legítima para que el que
acusa de fraude se oponga a la auditoría, puesto que no sería la Corte (acusada
de ser la operadora del fraude) la que se realice auditoría a si misma (un
argumento que estaban utilizando para desembarazarse del problema en el que
habían caído), más bien será la Comunidad internacional. Por otro lado, tampoco
pueden alegar que el material, objeto de la auditoría, hubiera sido ya
manipulado, puesto que ellos detentan copias de las actas de las mesas
electorales. Debe quedar entonces muy claro que su oposición a la auditoría,
revela claramente sus afanes golpistas.
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